Las metodologías y prácticas son modelos teóricos que si bien han
podido ser probados con éxito en situaciones particulares, difícilmente
resultan exportables, tal cual, a todo el conjunto de proyectos. Por ese
motivo, la adaptación al contexto y la adaptación al cambio resulta
fundamental a la hora de seleccionar el método de trabajo.
Por este motivo, cuando se trata de imponer ciertas dinámicas de
trabajo suelen no conseguir resultados porque muchos proyectos o
situaciones dentro de los mismos no terminan por encajar y al final no
se consigue ni respetar esa dinámica, pero tampoco esquivarlas
completamente afectando directamente al proyecto y con ello, muy
probablemente, a sus resultados.
¿Quién está libre de no haber caído en ese error? Yo he sido el
primero que ha caído en ello, empezando en la aplicación de metodologías
de enfoque clásico e incluso con las metodologías aǵiles (algo que va
contra natura de lo que el agilismo pretende y en lo que se cae con
demasiada frecuencia).
Como decía Séneca: “Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos”.
Por este motivo es difícil acertar a la primera porque al principio
te basas en fundamentos teóricos: lo que leiste en un libro o lo que
escuchaste en aquella conferencia, etc… Al final, la experiencia te
pondrá en tu sitio, siempre y cuando decidas aprender algo de la misma.
http://jummp.wordpress.com/2013/08/05/teoria-y-practica-en-el-desarrollo-de-software/
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