¿Qué tareas realiza un analista funcional?, ¿cuáles un analista
orgánico?. Depende de la entidad en la que trabajen y del proyecto en
sí, la limitación de las funciones de cada uno.
Por regla general, se considera analista funcional a quien se encarga
de la recopilación del catálogo de requisitos y de la definición de los
casos de uso (o historias de usuario).
Su objetivo es describir las funcionalidades del sistema y su
comportamiento mediante el estudio de las necesidades del usuario. Su
trabajo es muy importante y sin embargo no se le da el valor que se
merece, ya he comentado en más de una ocasión que lo técnico suele
resultar más glamuroso.
Los sistemas se desarrollan para el usuario y para que sean de
utilidad hay que saber captar qué es lo que quiere el usuario y cómo
desea interactuar con el sistema.
La técnica es muy importante, pero no lo es menos que la vertiente
funcional, todos suman y todos restan si no hacen adecuadamente su
trabajo.
El analista orgánico se encarga del diseño que no es otra cosa que la
particularización de las necesidades del usuario a una implementación
concreta. Para un proyecto concreto vendría a ser el arquitecto de la
solución, ya que entraría incluso a definir el framework con el que se
va a trabajar.
Lo habitual en los proyectos de desarrollo de software
es encontrarnos con analistas que realizan las dos funciones, aunando
en un solo perfil lo funcional y lo técnico. Tiene como principal
ventaja que no es necesario transferir el conocimiento entre diferentes
fases o procesos del desarrollo y que cada tarea es realizada por un
experto en la misma. El principal inconveniente es que no existe una
especialización, no obstante, hay que ser bastante bueno en uno de los
dos perfiles para marcar de manera clara la diferencia respecto a
analistas que realicen ambos trabajos (ahora, quien las marca es que es
muy bueno y por tanto, vale mucho dinero).
En desarrollos iterativos e incrementales con una orientación ágil
lo deseable es que la evolución del desarrollo sea rápida (realizándose
los incrementos con cierta frecuencia) y resulta fundamental la
participación del usuario, a ser posible como una pieza más del equipo
de proyecto, lo normal es que no exista distinción entre analista
funcional y orgánico, si bien, tendrá una vertiente más técnica, por las
características particulares de este tipo de desarrollos. Existirán
excepciones, en proyectos que por su naturaleza requiera de
desarrolladores que den apoyo funcional, por la experiencia que tengan
en un tipo de negocio concreto.
http://jummp.wordpress.com/2011/05/04/desarrollo-de-software-el-analista-funcional-y-el-analista-organico/
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